No hay que alarmar a la población, pero tampoco se puede callar que la chikungunya ha dejado de ser un fenómeno exclusivo de San Cristóbal. Las propias autoridades, que hacen ingentes esfuerzos para controlar el virus, han tenido que reconocer que en Boca Chica y otras comunidades han sido detectados casos de la enfermedad.Hasta personal médico, como ocurrió en el Robert Reid Cabral, ha sido contagiado por el virus provocado por un mosquito y que produce fuertes dolores en el cuerpo. La enfermedad se ha convertido en otro desafío sanitario, sin necesidad de buscar culpables ni lavarse las manos.
Si algo procede ahora mismo es redoblar todas las medidas para contener la propagación de la enfermedad y enfrentar los focos sanitarios que la originan.
Pero también destinar todos los recursos que sean necesarios para crear conciencia en la población. La enfermedad no solo afecta la salud de la población, sino que también incide en la economía, a través de la producción y el turismo. El virus, que se agrega al dengue y otras enfermedades ambientales, es uno de esos retos en los que las autoridades tienen que utilizar todas las armas para salir airosas.
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