Lupillo Rivera viajó a Monterrey con la firme intensión de comprar el lugar donde falleció su hermana Jenni Rivera hace 5 meses.
Con ayuda de un bastón, el cantante subió a la Sierra Madre de Nuevo León para pedirle a Don Rosendo Rodríguez Rodríguez que le vendiera el predio para poder fincar un mausoleo y una finca familiar en honor a su hermana Jenni, pero el ejidatario se negó a venderle, ya que confesó era la herencia de sus hijos y no pensaba deshacerse de ella a ningún precio.
El hombre confesó que entendía la razón por la que Lupillo quería parte del terreno, así que les concedió una hectárea alrededor de donde se estrelló la aeronave para que construyeran lo que quisieran.
Ante la generosidad del ejidatario, 'El Toro del Corrido' lloró en esa tierra donde, aseguró, su hermana conoció a Jesucristo y volvió a ver partes del avión que llevaría a la 'Diva de la Banda' a la Ciudad de México ese fatídico día.
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