Cordial Saludos,
Buenas, soy la Dra. Jazmín E. Izquierdo, egresada de UNIBE, orgullosamente Dominicana y, a la vez, ciudadana Norteamericana, donde he vivido la mayor parte de mi vida. Desde mi egreso de UNIBE, trabajo en la Clinica Corazones Unidos como Médico General. En los 5, casi 6 años que he vivido aquí en este país, donde estudie la Medicina, nunca he tenido malas experiencias de racismo, ni pensé que me pasaría... hasta hoy.
Anoche, Sábado, 11 de Mayo, 2013, llegamos al establecimiento, La Chismosa Bar, yo, la Dra. Yocasta Carmona (Canadiense) y el Dr. Juan Olmos (colegas, también egresados de UNIBE). Somos personas de color mestizo, y orgullosos de serlo. Como profesionales, no tenemos tiempo para salir, pero esta noche era el cumpleaños de una compañera de estudios, de origen puertorriqueño, Odontóloga, igualmente egresada de UNIBE. Ella reservo mesas, con US$250, para sus invitados especiales.
Al llegar a la entrada del bar, La Chismosa, le digo al que esta encargado de la entrada que estamos ahí para atender una fiesta de cumpleaños. El empleado, bouncer, de más o menos 6' 4" de altura, de piel oscura, nos pregunta el nombre de la joven cumpleañera... al que le respondemos. El se da la vuelta para hablar con una joven empleada, delgada, de pelo decolorado y nos dice que no podemos entrar. Le repetimos que estamos ahí por una fiesta privada, y el responde que el solo sigue órdenes. Pasan 10 minutos y veo que no nos dicen más nada. Al llegar personas de color blanco, los dejan entrar. Yo, en este momento, me rehusó pensar que en estos tiempos todavía existiría este tipo de degradación, y me quedo en el mismo lugar esperando por lo menos una explicación digna. A los 15 minutos llego una colega de la festejada. Ella, puertorriqueña, también de color mestizo, con su novio a su lado le dicen que estan ahí para atender la fiesta de cumpleaños. Se le negó la entrada al bar. Ella le explica que esta ahí para esa fiesta y el bouncer le responde que no la puede dejar entrar.
Pasaron 10 minutos más, llegan colegas de la festejada, Cubanos, "blancos", quienes van al mismo cumpleaños, y los dejan entrar. En este momento me doy cuenta que no es por cuestión de fiesta privada, ni cuantas personas están en el establecimiento, pero por el color de piel. Llegan más personas, color claro, e igualmente los dejan entrar. Le pregunto a la joven empleada por que están dejando a las otras personas entrar sí ya teníamos esperando lo mismo por mucho tiempo, y ella me ignoro y dio la vuelta. Uno de los dueños estaba al lado de ella y nos miraba con una sonrisa de malicia, pero aún no quería aceptar que en mi país, donde nací, me demuestren tal inhumanidad y discriminación.
Después, llegan un grupo de jóvenes de varios tonos de piel, y mi amiga, la Dra. Carmona, escucha que la joven le dice al otro empleado, bouncer "Pero tu no ves? El único que puede entrar es ese de alante, es el que esta mejorcito (piel clara)... Tu no ves lo que es que hay detrás de el?", refiriéndose a 2 jóvenes de color mestizo quienes estaban a mi lado en esos momentos. Al saber que ella dijo dichas palabras repugnantes y desagradables decidimos irnos, pero antes de dar la vuelta le tome fotos a las caras de los trabajadores y del dueño/socio que estaba presente. Ellos con vergüenza volteaban la cabeza para no ser fotografiados. Y lo último que hizo la joven empleada fue reírse en nuestras caras como sí fuéramos basura.
No puedo creer que todavía exista este tipo de trato a otro ser humanó y mucho menos en este país donde somos la mayoría personas de color. Lo que esta pasando en este país explica el retardo social, que aún permanece. Da asco y pena que personas actúen como tal. El color de piel no mide el tamaño del bolsillo... NO mide el estatus socio-económico de esa persona!
Yo espero ver estos empleados y socios de La Chismosa Bar en una sala de emergencias algún día, y con buen trato e educación que tengo, le diría... "Y ahora que harás con tu color de piel?"
Dra. Jazmin E. Izquierdo
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