Lolarga, quien vive en Santa Rosa, Filipinas, dijo que encontró “horrendo” que alguien pudiera matar personas que no podían defenderse, sobre todo niños “que no saben nada de violencia”.
“Quiero que la gente sepa que, aunque tal vez no seamos estadounidenses, también somos padres que sienten mucho cariño por nuestros hijos”, dijo Mari, con dos niños.
Su sentida reacción fue típica de muchos de la comunidad internacional de CNN.com que respondieron al tiroteo de la semana pasada en la Escuela Primaria Sandy Hook, en Newton. Esto desencadenó una lluvia de opiniones procedentes de todo el mundo, en las que muchos ofrecían sus condolencias a los afectados por los sucesos.
Desde Haití hasta Pakistán, la gente dijo que estaba horrorizada por el aparente ataque contra niños y expresó impotencia por no poder hacer más para detener la violencia.
Muchos eran profesores, describiendo la afinidad que sintieron por las mujeres que murieron protegiendo a quienes estaban a su encargo. Otros eran padres, diciendo que querían mantener un poco más cerca a sus retoños y llegar a aquellos para quienes tal contacto ya no sería posible.
“Que Alá le dé valor a todas las familias para enfrentar esto valientemente, que las almas de esos ángeles descansen en paz”, dijo Ghulam Murtaza, profesor de primaria en Pakistán.
En Lituania, una profesora que se identificó como Veronika dijo: envío todo mi amor y mis oraciones a las familias. Es todo lo que puedo hacer desde tan lejos, pero en estos momentos mi corazón está en Newtown con toda la gente afectada. Dios los bendiga a todos”.
Y en Haití, Frisnel Oxine dijo que apenas podía leer las noticias. “También tengo una niña de seis años, y me pongo a pensar que ella podría haber estado allí”, dice. “Solíamos viajar a EU y quería (que ella) se quedara para la escuela”.
Quedan pocos lugares en el mundo que no estén marcados por los tiroteos masivos. Lugares como Dunblane, Escocia, o Aurora, Colorado, evocan imágenes de terror y pérdida solamente por sus nombres.
En Puerto Said, Egipto, Maggy Hamada pasó horas viendo CNN en su casa, cada vez más triste y solidaria para las familias que sufrieron pérdidas.
Hamada, egipcia estadounidense, comparó la tragedia con muchos de los niños muertos en los recientes episodios de violencia en Medio Oriente.
“El asesinato de estos niños inocentes que viven en EU es algo evidentemente nuevo (para EU), y nadie habría pensado jamás que esto podría ocurrir en EU”, dijo. “Creo que es una llamada de atención para EU, ya que probaron algo de lo que otros países de Medio Oriente viven todos días”.
Inevitablemente, muchos cuestionaron las leyes estadounidenses de control de armas, comparándolas con las de sus propios países, y le sorprende que el gobierno de EU quiera actuar después de la tragedia.
Lisa Garnierm, de Canadá, dijo que ella y su marido se encontraban tan devastados por la noticia que ambos se sentaron y lloraron. “¿De qué otra manera reaccionaría?”, preguntó Garnier. “No importa dónde estabas. Cualquiera que haya escuchado la noticia tenía que tomarse un momento para sentarse. Es horrible”.
La pareja dijo que no podía dejar de comparar las leyes estadounidenses de armas a la situación en Canadá, en donde hay estrictas leyes de concesión de licencias y períodos de espera.
También sintieron que la última cosa que se debería hacer es armar a más ciudadanos con armas letales. “La policía o el ejército, ellos son quienes deben tener las armas”, dijo su esposo, Julian. “Deben tener comprobados el 100% de todos los antecedentes de las personas y un período de espera de una semana o más para que nadie pueda comprar un arma al calor del momento”.
Sin embargo, otros dijeron que consideraban que las armas no eran el problema, sino una mejor ejecución de las leyes y armar a ciudadanos más responsables.
Wessel Smith, de Pretoria, Sudáfrica, posee una pistola, que porta todo el tiempo. Le gustaría no tener que hacerlo, pero asegura que varios años atrás le apuntaron a su esposa con una AK-47 durante un robo. El incidente lo convenció de que “ciudadanos responsables” sin antecedentes penales deberían estar armados.
“El control de armas no va a detener que hombres dementes maten a gente en las escuelas”, dijo, “(pero) si fuera maestro en esa escuela y llevara un arma, ese tipo habría muerto”.
A pesar de las diferentes opiniones sobre cómo detener que se cometan esos crímenes, muchas personas dijeron que estaban unidos en una cosa: en la pena con los padres que habían perdido a un hijo.
“Como madre de dos niños comprendo que no hay palabras que puedan ayudar a los dolientes padres”, dijo alguien que hizo comentarios desde Rusia, y que se identificó como Julia. “Sólo quiero decirles que la gente de Rusia llora con ustedes en estos momentos”.
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