Analicemos lo obvio. Apple se ha caracterizado en los últimos 5 años por “sorprendernos” cada año con un smartphone que superaba al anterior. Incluso si ahora empiezan a acortar plazos para ofrecernos la versión mejorada pocos meses después del lanzamiento de un nuevo dispositivo móvil parece lógico pensar que en Cupertino sean un poco como en Valencia con las Fallas y mientras aún humean las cenizas de la Nit del Foc ya se están preparando los ninots del año próximo. Pues esto es algo parecido, acaban las vacaciones navideñas y ya se ha comenzado a conocer que hay desarrolladores de aplicaciones para iOS que están probando el hardware del futuro iPhone así como el software, porque esa es la segunda parte de la “sorpresa”, que iOS7 ya está empezando también a recibir sus primeros chequeos.
Si recordamos el “calendario de revelaciones” del año pasado, las primera noticias en torno al entonces rumoreado iOS6 comenzaron a aparecer un mes antes del WWDC de junio, la conferencia mundial de desarrolladores en la que tradicionalmente Apple desvela alguna sorpresa.
El hecho de que ya se comenzase a rumorear sobre los nuevos productos de los californianos tan pronto podría significar que este año tendremos novedades incluso antes de la primavera o que nos espera por delante una laaaarga temporada de rumores sobre el nuevo iPhone y su nuevo sistema operativo.
Lo único que por el momento sí se puede confirmar es que los desarrolladores ya están probando un dispositivo que (atentos) ostenta el código iPhone6.1 y que el sistema operativo que lo mueve sería el iOS7. Recordemos que el actual iPhone5 en las pruebas realizadas antes de salir a la venta tenía el nombre en código iPhone5.1 o iPhone5.2 en función de si el dispositivo tenía capacidades LTE o no.
La información procedería de los registros de actividad entre dichos desarrolladores y el personal del Campus de Apple en Cupertino, que se conectarían de forma remota para comprobar las compatibilidades de las aplicaciones con los nuevos hardware y software.
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