De las 12 niñas y ocho niños que murieron, 16 tenían seis años mientras que los otros cuatro cumplirían siete en los próximos meses, de acuerdo a una lista oficial de víctimas dada a conocer por la policía estatal este sábado.
Entre las víctimas estaban:
Charlotte Bacon, 6 años
Charlotte era dulce, extrovertida y llena de energía, dijo su abuela a la afiliada de CNN, WCCO en Minnesota.
"Esto es duro. Esto es surrealista. No puedo creer que esto podría suceder", dijo Irene Hagen a la cadena. "Toda la familia está devastada y solo estamos tratando de aceptarlo".
Dijo que a su nieta le encantaba la escuela y su uniforme. Su cabello era una masa de hermosos rizos rojos.
"Es horrible. Es realmente horrible", dijo Hagen a WCCO. "Es difícil creer que alguien pudiera matar a niños, niños inocentes".
Daniel Barden, 7 años
Daniel ganó los dos dientes delanteros que le faltan, solía decir su familia. Su "valiente" búsqueda de la felicidad y de su vida también le valió romper sus jeans.
"A pesar de eso, él era, como su madre le dijo: 'Muy bueno'", escribió su familia en un comunicado publicado en el Registro de New Haven.
Junto con su padre que es músico, él y sus hermanos -James y Natalie- formaron una banda, en la que tocaba la batería.
Le encantaba corretear las olas en la playa y estar alrededor de la fogata con sus primos.
"Él encarna todo lo que es sano e inocente en el mundo", dijo la familia.
Rachel D'Avino, 29 años
Ella probablemente no lo sabía cuando murió, pero su mejor amigo estaba a punto de pedirle matrimonio.
Recientemente él había pedido permiso a los padres de Rachel, y él tenía la intención de pedir su mano en la víspera de Navidad.
Ese y otros detalles sobre la vida de Rachel se describieron en un obituario publicado en la página de internet de la Funeraria Munson-Lovetere de Connecticut.
"Su presencia y su enorme sonrisa iluminó cualquier habitación en la que entró", se lee.
Rachel nació en Waterbury, se tituló de la licenciatura en la Universidad de Hartford y cursó una maestría en la Universidad Post. Ella estaba trabajando para doctorarse en la Universidad de San José de Hartford.
Rachel amaba el karate, cocinar, los animales, la fotografía y a sus dos hermanos menores.
"Su pasión, sin embargo, era su profesión como terapeuta conductual, trabajando con niños con autismo", se leía en el obituario. En lugar de flores, se pidió que se hagan donaciones a la organización Autism Speaks.
Olivia Engel, 6 años
Su animal de peluche favorito era un borrego; el rosa y el morado eran sus colores favoritos.
La familia de Olivia publicó un comunicado en Facebook con esos y otros detalles acerca de su amada hija.
"Era perspicaz para su edad y tenía un gran sentido del humor. Ella se rió mucho y siempre iluminó una habitación incluyendo a la gente alrededor de ella. Ella era muy creativa y siempre estaba dibujando y diseñando cosas", dijo su familia.
Olivia tomó lecciones de arte y danza, practicaba tenis, futbol y natación. Ella estuvo involucrada con las niñas exploradoras y el teatro musical. Le encantaba la escuela y le iba bien en matemáticas y lectura.
Su familia la describió como un "niña agradecida... nunca codiciosa". Cada noche, Olivia llevó gracia a la mesa de en la cena.
Dylan Hockley, 6 años
"Conocerlo era amarlo", dijo la abuela de Dylan al Boston Herald sobre su nieto.
A Dylan le encantaban los juegos de video, saltar en una cama elástica, ver películas y comer pan de ajo, agregó. Tenía hoyuelos, ojos azules y "la más traviesa sonrisa", dijo Theresa Moretti el periódico.
Mencionó que su hija y su yerno se mudaron a Connecticut desde Inglaterra y eligieron vivir donde estaban por las escuelas. Dylan tenía un hermano mayor.
"Era un ángel", dijo Moretti al Herald. "Y creo que eso es ahora porque está en el cielo."
Dawn Lafferty Hochsprung, de 47 años
Hochsprung se había convertido en directora de la escuela primaria Sandy Hook hace dos años, era “muy agradable, muy divertida y una dama fuerte”, dijo su amigo Tom Prunty. Y los estudiantes la adoraban “incluso los niños pequeños saben cuando alguien se preocupa por ellos y esa era ella”, dijo Prunty.
“Siempre se le veía sonreír”, dijo Aimee Seaver, madre de un alumno de primer grado. Hochsprung vivía en Woodbury, Connecticut con su esposo, dos hijas y tres hijastras.
La maestra se formó en la rama de educación especial durante su licenciatura y maestría en los años 90 y acababa de iniciar un doctorado la Escuela de Educación Esteves en Nueva York.
Entre sus logros en Sandy Hook se encontraban supervisar la instalación de un nuevo sistema de seguridad que requería que cada visitante tocara el timbre de la puerta principal después de que las puertas de la primaria se cerraban a las 09:30 horas.
"Mi mamá, Dawn Hochsprung, me fue arrebatada tragicamente. Pero se fue en gloria, que es lo que verdaderamente la representa como era", dijo su hija, Cristina Hassinger, en un tuit.
Chase Kowalski, 7 años
"Lo vi hace dos días, y le pregunté si quería ver a Santa, y me dijo que quería sus dientes de nuevo, y fue muy dulce", dijo el vecino Keeley Baumann, de 13 años a Times News.
A los 6 completó su primer triatlón, pero eso era sólo uno de sus pasatiempos. Le encantaba el béisbol. Estaba con los exploradores. Esperaba con interés el taller para niños en el Home Depot local.
"Estamos agradecidos con el Señor por habernos dado siete años con nuestro hermoso amado hijo. Con gran tristeza se lo devolvemos", dijo la familia en un obituario.
Jesse Lewis, de 6 años
Jesse amaba las matemáticas, cabalgar en caballo y jugar con su mamá a la granja, contó su padre al New York Post.
"Solo era un niño feliz", dijo Neil Heslin. "Todos conocían a Jesse".
Le contó al periódico que haría casitas de jengibre para llevarlas a la escuela el viernes. Heslin lo ayudaría.
En lugar de eso, la última vez que vio a su hijo fue cuado lo dejó en la escuela a las 9 am.
"El iría a muchos lugares en su vida", agregó al Post.
Ana Marquez-Green, de 6 años
"1, 2, 3, lista y vamos", contaba Ana en un videocasero que le fue proporcionado a la afiliada de CNN, WTIC.
La niña con una cola de caballo estaba parada frente a un piano mientras su hermano practicaba. Su voz era clara, más grande que su estatura. Ana sonríe y saluda con la mano.
Su padre, Jimmy Greene, es un músico de jazz. Su representante emitió un comunicado sobre la muerte de Ana, describiéndola como una pequeña "bella y vibrante".
"La familia ha pedido privacidad en este momento tan doloroso", leyó. Ellos "nos han pedido agradecerles su soporte y simpatía local, nacional e internacional".
Grace McDonnell, 7 años
La última "chica de chicas". Grace amaba vestir de rosa y jugar al guardarropa con joyas, contó su abuela al Boston Herald.
Mientras Mary Ann McDonnell hablaba, a su alrededor había por regalos navideños para Grace, Gracie, como algunas veces la llamaba.
La pequeña amaba el arte, la gimnasia, el futbol y a su pequeño perro spaniel Puddin', agregó la abuela.
"Era una niña maravillosa. Siempre sonriendo", dijo McDonnel al periódico. "Creo que todos deberían conocer sobre aquellos pequeños a quienes les cortaron tan pronto la vida".
Mary Sherlach, 56 años
Mary Sherlach era la psicóloga de la escuela Sandy Hook, se encontraba con Hochsprung cuando escucharon los sonidos de estallidos alrededor de las 09:30 horas, dijo a CNN la madre de un estudiante que se encontraba con ellas. Sherlach murió por disparos cuando se dirigía a la entrada principal para averiguar qué estaba pasando.
“Siempre estoy lista para asistir en la resolución de un problema, intervención y prevención”, Sherlach escribió en su sitio web.
La psicóloga realizó su maestría en la Universidad Estatal del Sur de Connecticut. Trabajó como asistente de rehabilitación para un grupo de adultos con discapacidad, así como especialista en salud mental en la comunidad antes de convertirse en psicóloga escolar.
Trabajó en tres diferentes escuelas de Connecticut antes de entrar a Sandy Hook en 1994. Sherlach y su esposo, con el que llevaba casada más de 30 años, vivían en Trumbull, Connecticut y eran padres de dos hijas de casi 30 años. Su sitio web señala que sus intereses eran la jardinería, leer e ir al teatro.
Lauren Russeau, 30 años
Russeau, una maestra sustituta en Sandy Hook, “quería ser maestra desde antes de que fuera al jardín de niños”, dijo su madre en un pronunciamiento escrito este sábado. “La extrañaremos terriblemente y tenemos consuelo al saber que cumplió ese sueño”, señaló Teresa Russeau.
Lauren creció en Danbury, estudió en la Universidad de Connecticut y obtuvo una maestría en educación elemental en la Universidad de Bridgeport.
Russeau “trabajó como maestra sustituta en Danbury, New Milford y Newtown antes de ser contratada en noviembre como maestra sustituta en Sandy Hook”, dio a conocer su madre en el pronunciamiento.
Victoria Soto, 27 años
Victoria Soto, una maestra de primer año en Sandy Hook, alejó a sus estudiantes de la puerta del salón de clases cuando escuchó los disparos. Los niños en un inicio “pensaban que eran martillos cayéndose”, de acuerdo con el padre de uno de ellos.
Sus estudiantes estaban escondidos detrás de ella en una esquina del salón de clases, dijo su familia.
“Ahí fue cuando el atacante entró, no dijo una palabra y sin expresión procedió a disparar a la maestra”, dijo Robert Licata, cuyo hijo de seis años escapó corriendo detrás del agresor.
“Ella instintivamente entró en acción cuando un monstruo entró a su salón de clases e intentó proteger a los niños que ella amaba tanto”, dijo su primo, James Witsie. “Solo queremos que la gente sepa que Vicki fue una heroína”.
Soto no tenía hijos. A su cargo estaba su perra Roxie, una labrador de color negro que pasó el sábado merodeando el departamento de Victoria, aparentemente buscándola, dijeron sus familiares.
Emilie Parker, 6 años
Emilie era “el tipo de persona que podía iluminar un cuarto”, dijo su padre a reporteros este sábado. Su hija mayor era “brillante, creativa y muy amorosa”, dijo Robbie Parker.
“Emilie Alice Parker era la niña más dulce que he conocido”, dijo su tía Jill Cottle Garrett. La familia esta devastada de que “alguien tan hermosa y perfecta no vaya a estar ya en nuestras vidas”, dijo Garrett.
“Mi hija Emilie sería una de las primeras en dar su amor y apoyo a todas las víctimas, porque ese es el tipo de persona que ella era”, dijo su padre. Ella era “una excepcional artista y siempre llevaba consigo sus marcadores y colores para nunca perder una oportunidad de dibujar algo o hacerle una tarjeta a alguien”.
Ella dejó una de sus tarjetas en el ataúd de su abuelo que recientemente murió en un accidente, dijo Parker.
Robbie Parker, quien trabaja como asistente de un médico en la unidad de recién nacidos del hospital de Danbury, dijo que su última conversación con su hija fue en portugués, un lenguaje que él le estaba enseñando a hablar.
“Ella dijo que me amaba, le di un beso y me fui”, dijo. Emilie era la mentora de sus dos hermanas más jóvenes, de tres y cuatro años de edad, “ellas la buscaban cuando necesitaban protección”, dijo su padre.
Una página de Facebook ha sido creada para colectar donaciones para pagar los gastos que tomará llevar a Emilie a Utah, su ciudad natal, para ser enterrada ahí, dijo su tía.
Anne Marie Murphy, 52 años
Una heroína. Esa es la respuesta con la que la describe su padre.
Él le dijo a Newsday que las autoridades le avisaron que el cuerpo de su hija estaba en un salón de clases, cubriendo los cuerpos de unos niños pequeños que murieron en el tiroteo, como un intento de escudarlos.
"Murió haciendo lo que amaba. Ella trabajaba por los niños y por Dios", dice su madre, Alice McGowan, al periódico.
Una mujer casada y madre de cuatro, Murphy era una artista y una dura trabajadora, según sus padres.
"Era un alma feliz", agregó su madre a Newsday. "Fue una gran y buen hija, una buena madre, una buena esposa".
Noah Pozner, de 6 años
"Él tenía un gran corazón y era muy divertido, un poco inquieto, mucho espíritu", contó un tío de Noah a CNN. "Verdaderamente era la luz del cuarto".
Victoria Haller recuerda que su sobrino amaba jugar con sus primos y hermanos, especialmente con su hermana gemela.
"Era un maravilloso, maravilloso niño y podía conseguir lo que quisiera con solo parpadear esas enormes pestañas y mirarte con esos enormes ojos azules. No podías decirle que no", agregó.
Sus hermanos no saben exactamente cómo fue que falleció, mencionó Haller. "¿Cómo les dices cómo murió su hermano?", se cuestiona. "Es la realidad impensada".
Jessica Rekos, de 6 años
Jessica amaba todo lo referente a los caballos: películas de caballos, libros sobre caballos, dibujar caballos y escribir historias sobre ellos.
Este año le pidió a Santa Claus un par de botas vaqueras y un sombrero de vaquera. Su familia le había prometido que tendría su propio caballo cuando cumpliera 10 años.
"Era una creativa, bella, pequeña niña", dijo su familia en un comunicado, describiendo a Jessica como su roca.
"Tenía las respuestas para todo, nunca perdía un truco, y nos sorprendía a cada momento. La nombramos nuestra pequeña CEO por la forma en que pensaba y planeaba todo", agregaron. "No podemos imaginar nuestra vida sin ella".
Jessica también amaba las ballenas orca y jugar con sus dos pequeños hermanos.
"Estamos de luto por su pérdida, compartiendo nuestros bellos recuerdos que tenemos de ella, y tratando de ayudar a su hermano Travis a entender por qué no puede jugar más con su mejor amiga", agregó la familia.
Las otras víctimas.
Daniel Barden, 7
Josephine Gay, 7
Madeleine F. Hsu, 6
Chase Kowalski, 7
James Mattioli, 6
Jack Pinto, 6
Caroline Previdi, 6
Avielle Richman, 6
Benjamin Wheeler, 6
Allison Wyatt, 6
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