Dos altos funcionarios de la ciudad de Ferguson, Missouri, donde el afroamericano Michael Brown murió a manos de un oficial de la policía, renunciaron a sus puestos esta semana.
Uno de los que se despide de su posición es el jefe de la Policía, Thomas Jackson, cuya renuncia es efectiva el 19 de marzo, según un comunicado de la ciudad al que hace referencia este miércoles la cadena CNN.
Las partes "llegaron a un acuerdo de mutua separación que incluye la renuncia del director”, reseñó el medio.
Como parte del acuerdo, Jackson recibirá un pago por indemnización y seguro médico por un año.
El teniente coronel Al Eickhoff ocupará de manera interina el puesto.
"Con mucha tristeza anuncio mi retiro de la posición de jefe de la policía de la ciudad de Ferguson, Missouri", indicó Jackson en una carta en poder del Post-Dispatch.
Por otro lado, el administrador de la ciudad John Shaw renunció a su posición este martes. En su carta de renuncia, Shaw hace referencia a la investigación de Justicia indicando que “ por los pasados meses he hecho todo lo que está en mi poder para trabajar con innumerable grupos para traer cambios positivos y reforzar nuestra comunidad”. El renunciante destaca que su oficina nunca instruyó a la Policía para que persiguiera afroamericanos.
La salida de los funcionarios se da a menos de una semana de que se divulgara un informe del Departamento de Justicia federal que establece que no se presentarán cargos por violación de derechos civiles contra el oficial Darren Wilson por el fallecimiento del joven desarmado.
Sin embargo, la agencia federal determinó que el departamento de la policía de la ciudad incurrió en un patrón de discrimen y persecusión contra afroamericanos en violación a disposiciones constitucionales y solicitó cambios en sus procedimientos.
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