Joven se suicida porque no logra casarse y tener hijos a sus 30

una joven británica de 29 años se suicidó en medio de una crisis porque no se había casado ni tenido hijos.
Rachel Gow, de Haslingden, Lancashire, se envenenó en su residencia en noviembre pasado, pero no fue hasta esta semana que detalles de su muerte trascendieron a medios internacionales.
Poco antes de cumplir sus 30, Gow le manifestó a familiares que ella no se encontraba “donde debería estar en la vida” y que sentía que otros parientes “estaban mejor que ella”, reseñó este miércoles  el Daily Mail.
Trascendió, además, que la mujer temía que su pareja Anton Tsvarev (30) la abandonara.
Poco antes de quitarse la vida, la muchacha tuvo una discusión con su pareja sobre un mensaje de texto que éste recibió.
Ese mismo día, Gow le envió otro texto deseándole a Tsvarev “lo mejor en el futuro”.
Los hermanos de la chica indicaron en un comunicado citado por el medio británico que "Rachel era una niña feliz con muchos amigos, le gustaba bailar y tocar el violín”.  
"Ella era muy apegada a su hermana Sarah. Era muy académica y tenía calificación de A en Lancaster University. Le gustaba hacer reír a los otros. Estaba orgullosa de estar en Lancaster…” agregaron sobre la joven que estudió Historia.
"Ella tuvo tres malas experiencias antes de su relación con Anton. Su mayor deseo era establecerse y casarse”, añadieron.  
Sin embargo, los problemas de la mujer se  intensificaron, en 2011, cuando su madre murió de cáncer. Aparentemente, la chica no había superado el deceso