Mientras la muñequita Delfi que insulta sigue cotizando en Internet y convirtiéndose en uno de los temas más populares de las redes sociales, la Cámara Argentina del Juguete ahora inspecciona varias partidas de “el bebé más tierno y cariñoso” para dilucidar por qué uno resultó ser más picante que Chucky el muñeco diabólico.“Quiero ser tu amo, puta”, dice una de las Delfis, vendida el fin de semana pasada en Rosario y deuvelta a la juguetería luego de que dijera semejante frase a una nena de cuatro años. Pero es solo una.
El dueño de Turby Toy SA, fabricante de la marca Baby Rose –que hace Delfi- afirmó que puede tratarse de una interpretación de la fonética china.
“Por favor... ahora resulta que de las 26 mil unidades vendidas ésta es la única que insulta”, dijo Norberto García, quien dijo a los diarios de Santa Fe –donde se vendió la bebota- que todo se debe a una “interpretación muy particular de un sonido con fonética china”.
“Es un chip grabado por un chino en China, en una plaqueta sellada en China a la que nadie accede y que es un aparatito de altísima tecnología y bajísimo costo”.
El empresario descartó de plano que hayan hackeado el chip de la muñeca, y defendió a los 70 empleados de su fábrica, ubicada en la provincia de Buenos Aires. . “Nadie tiene acceso a ese dispositivo, así que jamás puede existir nada que se parezca a un boicot, como podría haber ocurrido antiguamente”, explicó.
García mandó partidas del bebote Delfi al laboratorio de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, una entidad que goza de “reconocimiento internacional” y se ocupa de ensayar normas de seguridad y certificar los productos del sector. Allí es donde dilucidarán qué pasó con el bebote que se le dio por insultar.
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