Una Corte Federal de Apelaciones desechó el lunes la orden judicial que mantenía suspendida la ejecución del reo mexicano Ramiro Hernández Llanas, lo que dio luz verde a Texas para aplicarle el castigo capital este 9 de abril.
Fuentes de la cancillería mexicana informaron también que tras la decisión, la Junta Perdones y Libertades Condicionales de Texas votó por unanimidad no recomendar al gobernador de Texas, Rick Perry, otorgar clemencia al mexicano.
La semana pasada la magistrada federal Vanessa Gilmore ordenó suspender la ejecución Hernández Llanas, originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, hasta que las autoridades estatales dieran a conocer el nombre del fabricante de la inyección letal.
Los abogados de Hernández LLanas habían interpuesto una demanda contra el Departamento de Justicia Criminal de Texas (TDCJ) exigiendo el nombre del nuevo proveedor de pentobarbital, el sedante de la inyección.
Los abogados sostenían que se necesita conocer el nombre del fabricante para garantizar que el proceso se efectuara sin violar el principio constitucional de muerte sin dolor.
El TDCJ argumenta que debe mantenerse en secreto el nombre del nuevo proveedor, a fin de protegerlo de eventuales ataques de opositores a la pena de muerte.
Los abogados del mexicano han decidido no apelar ante la Suprema Corte de Justicia, dado que la máxima instancia judicial rechazó la misma solicitud en el caso de otro reo la semana pasada.
Hernández Llanas, de 44 años, fue declarado culpable de irrumpir en la casa de un ranchero de 49 años y matarlo a golpes con una barra de hierro en 1997.
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