La georgiana Tsiuri Kvaratskhelia aún no ha logrado superar la muerte de Joni Bakardze, su hijo, quien perdió la vida hace 18 años a causa de una sobredosis.
Joni tenía 22 años y toda una vida por delante, sin embargo, sus malas decisiones lo llevaron a caer en malos pasos y a dejar un gran hueco en el corazón de su madre, quien decidió conservar su cuerpo para momificarlo y así darle los cuidados que no recibiría en el panteón.
"Yo tuve un sueño donde alguien me decía que comenzara a usar vodka para cuidar el cuerpo de mi hijo. Llevo usando alcohol durante años", declaró la mujer a la prensa, quien mostró ante las cámaras de televisión la habitación que ocupa el cuerpo de su hijo y no sólo eso, sino que también abrió su féretro.
"Era un buen hijo y un buen marido, pero miren cómo ha quedado", declaró la mujer, quien reside en la localidad de Zugdidi.
Al interior del ataúd la lente pudo captar el cuerpo de Joni completamente vestido y portando unos guantes y una especie de pasamontañas, prendas de ropa que le fueron colocadas para evitar que quedaran al descubierto y así quedarse con un grato recuerdo del joven.
Tsiuri Kvaratskhelia mostró la habitación de su hijo.
OTROS CASOS
En los últimos años nos hemos topado con varios casos de similares características, en los cuales los familiares se aferran a sus fallecidos, quizá esperando que algún día regresen a la vida.
Christopher Blackburn (de 28 años) es un residente de Penwortham (Inglaterra), quien admitió que había pasado 5 meses en la misma residencia que el cadáver de su padre muerto, con la finalidad de cobrar 2 mil libras (cerca de 41 mil pesos) en beneficios.
Vincent Bright, de 48 años, quien según la policía mantuvo el cadáver de su padre, Clarence Bright, en un congelador del sótano de su casa, fue acusado de exhumar un cuerpo. Se le impuso una fianza de 75 mil dólares.
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