Los condones femeninos y masculinos ofrecen varias ventajas y desventajas. Son más del 95% de efectivos para llevar una vida sexual segura.
Los condones o preservativos son fundas tubulares de látex o poliuretano que actúan como barrera y evitan que el esperma llegue al óvulo.
Como parte de los métodos anticonceptivos, los condones ofrecen ventajas y desventajas que la pareja debe considerar antes de determinar el método que utilizarán.
Ventajas:
Protegen contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Pueden prevenir embarazos no deseados.
Son fáciles de colocar.
Se consiguen fácilmente. Su venta es libre y sin receta.
No necesitan control médico ni tienen contraindicaciones.
Su precio es accesible.
Desventajas:
Pueden romperse.
Pueden salirse o desacomodarse durante el coito.
Pueden opacar las sensaciones del sexo.
Pueden estorbar la espontaneidad del momento.
Hay personas alérgicas al látex con el que algunos están hechos.
Pueden afectar la capacidad eréctil al usarlos.
Los condones femeninos y masculinos brindan más del 95% de efectividad. Sin embargo, para que funcionen, deben estar bien colocados y deben manipularse adecuadamente.
Para no incidir en la efectividad de los condones y aprovechar todas las ventajas, nunca deben usarse si están vencidos. Tampoco deben combinarse con lubricantes a base de petróleo, como la vaselina.
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