BERLÍN (Alemania).- El padre de un niño alemán de cinco años a quien le gusta vestirse con ropas femeninas, pintarse las uñas y maquillarse, decidió brindarle todo su apoyo para evitar los efectos de la discriminación vistiéndose el mismo de mujer.
Nils Pickert dijo que al principio no supo bien cómo manejar la conducta de su hijo, pero que después de reflexionar concluyo en que no solo debía permitir al pequeño vestir como más le guste, sino brindarle un apoyo extraordinario.
Así que para contrarrestar la presión social sobre un niño tan espontáneo y despreocupado, sale ahora a pasear tranquilamente por las calles de su ciudad vistiendo una falda. Su objetivo es transmitir el mensaje de que no es malo que un niño se ponga falda porque no le hace daño a nadie.
Pickert, quien es periodista, cuenta su experiencia en un artículo publicado en la revista feminista 'Emma'. Afirma en su escrito que no está dispuesto a que su “crezca bajo la presión de unos valores sociales en los que no creo, y que considero que dañan más de lo que benefician. Los roles establecidos sólo coartan las libertades individuales de cada persona, impidiendo que nos desarrollemos como nuestra naturaleza nos dicta".
El texto y la foto han tenido una gran repercusión en las redes sociales, que los han publicado sin el consentimiento del autor ni de la revista. El periódico español El Mundo, que también se hace eco de la historia, afirma que “el artículo ha sido traducido a varios idiomas sin consentimiento de la revista ni del autor, lo que ha tenido como consecuencia que sobre el pequeño de cinco años haya recaído una presión mediática que deja en pura anécdota las burlas de sus compañeros de colegio”.
De acuerdo con la nota de El Mundo, Pickert se ha negado por ello a conceder más entrevistas o volver a escribir sobre el tema y protesta por la divulgación sin su consentimiento de la foto y el texto, pero en vano. “Las historia pertenece ya colectivamente a la aldea global y el preocupado padre ha llegado incluso a pensar en la posibilidad de contratar guardaespaldas que eviten a la prensa acercarse a su hijo”, añade el periódico madrileño.
"Menos mal que la reacción mundial ha sido mayoritariamente positiva. De lo contrario, no quiero ni pensar en la situación en la que estaríamos", admite Pickert.
Ahora el pequeño responde a las burlas de sus compañeros diciéndoles: “Ustedes no se atreven a llevar faldas porque sus padres tampoco se atreven”.
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