Son el caballo de batalla de muchas mujeres. Las varices son para muchas mujeres más que un problema estético y, desafortunadamente, hay factores que pueden favorecer su aparición: defectos hereditarios de la estructura venosa (la herencia es uno de los factores más importantes en la aparición de varices: según un estudio, en el 65% de los varicosos existen antecedentes familiares); oficios y profesiones que exijan estar mucho tiempo de pie; embarazo; edad avanzada (causa pérdida de elasticidad en los tejidos); y obesidad. Así, algunos de estos factores son inevitables, o casi inevitables.
¿Se pueden prevenir?
Sin embargo, aunque una vez que aparecen es complicado luchar contra ellas, sí que hay cosas que se pueden hacer para retrasar o disminuir su aparición. Con tan sólo introducir en nuestro día a día unos sencillos ejercicios y adoptar hábitos saludables, lograremos aliviar los síntomas y prevenir trastornos vasculares. Los Drs. Carlos Lisbona y Xavier Puncernau, de la Unidad de Cirugía Láser de Varices del Centro Médico Teknon, nos resumen estos consejos:
Seguir una dieta equilibrada que ayude a proteger nuestro sistema circulatorio.
Si trabajas en oficina, procura levantarte frecuentemente y dar cortos paseos. Hay que intentar no permanecer sentados o de pie por tiempo prolongado.
Ejercitarse poniéndose frecuentemente de puntillas y al contrario, apoyar los talones y elevar el antepié cuando se debe permanecer mucho rato sentado o de pie.
Procura descansar elevando las piernas. Se pueden ejercitar incluso en la cama, levantando las piernas y moviéndolas como si se pedaleara en una bicicleta.
Evita el empleo de prendas de ropa ajustadas que dificulten el retorno venoso.
Es bueno darse duchas con agua fría en las piernas para activar la circulación. Hay que tratar de evitar los baños calientes. Y, después, masajear las piernas con crema hidratante desde el pie hacia el muslo.
No nos cansamos de repetirlo, pero también es bueno para este problema: evita la exposición al sol en horas punta.
Practicar ejercicio de manera habitual, mínimo 2 veces por semana: paseos frecuentes, bicicleta y natación. Aprovechar la playa para pasear por la orilla con las piernas dentro del agua.
¡Adiós ascensor! Procura subir y bajar todas las escaleras que puedas.
Y ojo con los tacones: intenta usar calzado con tacón de 3 a 4 centímetros, no más.
¿Y si ya las tengo?
En caso de que aun intentándolo todo, las varices aparecieran, no hay que desesperarse ya que hoy en día existen multitud de tratamientos para que éstas desaparezcan: cirugía (normal y con láser), tratamientos con geles, con cremas, aplicación de medias elásticas, etcétera. Llegados a este punto, se hace esencial la visita al cirujano vascular, que le aconsejará sobre la mejor solución.
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