Muchas veces cuando nos alistamos para el trabajo terminamos usando siempre lo mismo. El mismo traje, la misma falda con la misma camisa; en resumen, siempre lo mismo. Eso sucede porque no le pones tanto interés a vestirte para el trabajo como lo haces para salir o para cualquier otra ocasión. El secreto es nunca perder la diversión cuando te vistes.
Quizás la razón de que no te diviertes con la vestimenta para el trabajo es que no te has inspirado para revolucionar tu guardarropas. Sólo debes hacer unos pequeños cambios que te mostraré a continuación.
Así verás que vestirse para el trabajo también es divertido.
Trabajo casual: si lo que debes usar es ropa casual, entonces hay algunas reglas a seguir. Nunca minifaldas ni sandalias playeras, estás en el trabajo. Tampoco transparencias ni vestimenta demasiado reveladora. Ahora, sólo diviértete. Junta jeans con una bonita blusa o una falda con una camisa y un pañuelo colorido. Prueba botas de caña alta para el invierno y vestidos para el verano.
Mujer de negocios: las reglas son las mismas, nada de ropa provocativa. Pero la ropa de mujer de negocios es un tanto más formal, por ejemplo, los jeans no son una buena idea. Los trajes o tailleurs serán tus mejores amigos, junto con las blusas y camisas. Prueba intercambiar las partes, es decir, usa la chaqueta de un traje con la falda de un tailleur y agrega una camisa blanca para un look empresarial pero femenino.
Business-chic: creo que éste es el estilo más divertido de todos. Con él puedes mezclar lo informal con lo formal y crear un estilo propio. Los jeans no son una buena idea, pero sí pantalones de otras telas. Juega con estampados y accesorios y prueba faldas con zapatos bajos. Y lo mejor de todo es que luego del trabajo, con este look, sólo necesitarás un toque de delineador y estarás lista para un after office.
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